jueves, 28 de junio de 2012

CAJASUR, LA CAJA DE LA IGLESIA, TAMBIÉN SE APUNTÓ A LA FIESTA DEL LADRILLO

Cajasur murió en una habitación sin ventanas el 21 de mayo de 2010. Los 20 miembros del último Consejo de Administración se reunieron aquella noche en este oscuro salón con las paredes forradas con cuero repujado y los retratos de los prelados que habían presidido la caja durante sus 150 años de vida. En la mesa de la sala de juntas estaba el ultimátum del Banco de España: o la entidad cordobesa firmaba la fusión con Unicaja para tapar el enorme agujero de sus cuentas o los hombres de negro (que no eran, precisamente, sacerdotes) tomarían el mando.
“El deterioro de la caja no admite más dilaciones”, advirtió al inicio de la reunión el presidente de Cajasur, Santiago Gómez Sierra. “Hoy ha habido una retirada de depósitos por importe de 23,8 millones, cuando lo normal estaba en torno a tres”, añadió el sacerdote, que ahora es obispo auxiliar de Sevilla, algo así como el delfín del arzobispo hispalense.
Pero, sorprendentemente, Gómez Sierra no propuso a los consejeros que aprobaran la fusión. Pidió que se votara a favor de enviar una carta al Banco de España en la que, de facto, se solicitaba la intervención de Cajasur. Un suicidio. “La propuesta planteada supone dejar morir al enfermo, desconectarlo de la máquina”, alertó Luisa Ruiz Fernández, consejera nombrada por los socialistas, según el acta de la reunión. El documento retrata el desesperado intento de varios de los consejeros, designados por PSOE, IU y PP, por convencer al sacerdote Gómez Sierra —que controlaba el Consejo— para que aceptara la unión con Unicaja. “El tiempo dirá y pondrá a cada uno en su sitio, pero hay que ser conscientes de que tenemos la oportunidad de evitarlo. Nadie nos perdonará esta decisión”, espetó el exvicepresidente Salvador Blanco (PSOE).
La caja registró 1.100 millones de pérdidas en 2010, el año que el Banco de España la intervino
Pero no hubo forma de hacer entrar en razón al sacerdote, que mantenía una difícil relación con Braulio Medel, presidente de Unicaja. Tras un receso de 15 minutos, se produjo la votación: los seis sacerdotes del Consejo, cuatro impositores y el representante Aspromonte, sindicato afín a la Iglesia, aceptaron la propuesta de Gómez Sierra. Cajasur fue intervenida esa misma noche y, posteriormente, vendida a la vasca BBK, que reclamó al FROB 392 millones para hacer frente a la desastrosa situación de la caja controlada por el Cabildo catedralicio de Córdoba. La entidad cerró 2010, el año de su intervención, con 1.100 millones de pérdidas.
Pero ese es el final de la historia. El comienzo hay que buscarlo una década antes. La Iglesia católica también se sumó a la fiesta del ladrillo patrio. En realidad, fue una alumna adelantada de la burbuja en los años en los que controló la extinta Cajasur.
El entramado de créditos y participaciones empresariales que se tejió alrededor de la construcción a principios de este siglo fue lo que llevó a la caja a la quiebra. En el verano de 2009, cuando la crisis del sector ya estaba declarada, la entidad y sus participadas tenían atrapados 1.700 millones: 4.000 viviendas y dos millones de metros cuadrados de suelo.
Cajasur miró al mar. La entidad, de la mano del promotor cordobés Rafael Gómez, imputado en el caso Malaya, recaló en la Costa del Sol, uno de los epicentros de la reciente orgía de ladrillo y corrupción. La entidad también se alió con las constructoras cordobesas Prasa y Sánchez Ramade. La mala política crediticia desbocó la morosidad. En 2004, cuando el Banco de España abrió el primer expediente a los gestores, la tasa de morosidad era del 3,5%, frente al 0,6% del sector. Cinco años después, era del 10,4%, el doble de la media. “La cartera crediticia era una bomba de relojería que tardó en explotar cuatro o cinco años”, dice un antiguo ejecutivo de Cajasur.
El Banco de España ha expedientado a 38 exconsejeros y directivos tras la intervención de 2010. Todos los sancionados (también los sacerdotes) han achacado la ruina de la entidad a la gestión del expresidente Miguel Castillejo, el sacerdote que estuvo al frente 30 años, hasta el verano de 2005. “Cajasur estaba herida de muerte antes de la crisis”, opina un exconsejero de la entidad, que sitúa la génesis del problema entre 2002 y 2004. Durante ese periodo la entidad estuvo bajo la tutela del Gobierno central gracias al amparo que le ofreció Rodrigo Rato, entonces ministro de Economía y ahora protagonista de la quiebra de Bankia.

Las fechas de una quiebra

• 2002-2004. Cajasur se pone bajo la tutela del Gobierno central.
2005. La Junta y la Iglesia acuerdan el regreso de la entidad a la tutela autonómica y la salida del expresidente Miguel Castillejo. En abril, el Banco de España expedienta por primera vez a Cajasur.
2005-2008. El supervisor realiza 4 inspecciones y señala que no se han corregido los problemas de la etapa de Castillejo.
• 2009-2010. El Banco de España insta a Cajasur a que se fusione con Unicaja. El Consejo de Administración rechaza en mayo de 2010 la operación. La entidad es intervenida y vendida a BBK.
“Durante esos años Castillejo se desmelenó”, añade el antiguo directivo. Por ejemplo, en diciembre de 2004 la caja tenía concedidos préstamos por valor de 400 millones a Rafael Gómez, 209 a Prasa y 143 a Sánchez Ramade. La entidad sobrepasaba el límite legal del 25% de concentración de riesgos con esos tres grupos: Rafael Gómez (39,1%), Prasa (37,8%) y Sánchez Ramade (30,8%), según el expediente de 2005. El Banco de España advertía: “El 22% de la inversión total se concentra en los segmentos de riesgo promotor y compraventa de suelo. En un considerable número de estas financiaciones se ha apreciado un marcado sesgo especulativo”.
Castillejo dejó la entidad en el verano de 2005, después de que la Junta y la Iglesia cerraran un acuerdo para la vuelta de la caja a la tutela autonómica. El Banco de España ya hacía un estrecho marcaje para que Cajasur recondujera su situación. Pero la crisis y la inestabilidad provocada por la falta de entendimiento en los órganos directivos entre los sacerdotes y los representantes políticos complicaron todo. La caja cambió cuatro veces de director general entre 2007 y 2009.
El Banco de España realizó cuatro inspecciones entre 2005 y 2008. Exigió a la caja “una mayor prudencia en las fases de concesión y seguimiento del riesgo crediticio, especialmente, en el sector inmobiliario”. Pero no se enderezó la situación. El supervisor obligó a Cajasur a finales de 2009 a aceptar un plan de salvación: la fusión con Unicaja. Esa unión no era del agrado de los sacerdotes. Los canónigos viajaron incluso al Vaticano para intentar buscar el respaldo papal.
"La cartera crediticia era una bomba de relojería", asegura un exdirectivo de Cajasur
Los meses transcurrieron sin que se terminara de cerrar el acuerdo con Braulio Medel. Y volvemos al Consejo de Administración de mayo de 2010. La postura de los canónigos no ha cambiado en estos dos años a la hora de defender la sorprendente petición de intervención. “Ha salido beneficiada la plantilla”, afirma uno de los religiosos que asistió al Consejo. El argumento de Gómez Sierra para rechazar la fusión era que no se había firmado el pacto laboral con los sindicatos.
La última propuesta de Unicaja en 2010 suponía un ajuste de 564 empleados en la entidad cordobesa. Tras hacerse cargo de la caja, BBK cerró en 2011 un ERE que ha supuesto la salida de 652 trabajadores de la matriz de Cajasur. Además, se ha despedido a otros 100 trabajadores del grupo de empresas y fundaciones.
“Acudir al FROB ya no tiene sentido alguno”, dijo Andrés Hens (IU) en aquel nocturno Consejo en que se debatía pedir la intervención: “Esta decisión no va a ser entendida por nadie, y los trabajadores los primeros”.


martes, 26 de junio de 2012

EL GOLPE PARAGUAYO BENEFICIA A LAS MULTINACIONALES DE EE.UU.

El golpe en Paraguay –dejemos los eufemismos a los responsables del Gobierno de Rajoy– se venía fraguando desde hace mucho tiempo entre la derecha caciquil paraguaya y los intereses de las multinacionales de la agroalimentación estadounidenses.

En 2011, Estados Unidos –que controla por acuerdos a través de la USAID al poder judicial y a la policía– logró instalar un centro de operaciones en la zona norte, cercana a Curuguaty, donde no han cesado las persecuciones al movimiento campesino con el pretexto de combatir al EPP, grupo guerrillero del que nunca se ha comprobado la existencia. Es la misma región de interés de Cargill y Monsanto, que hoy impulsan un golpe de Estado para instaurar un gobierno a la medida de sus necesidades.

Fernando Lugo, el presidente que puso un freno a 60 años del partido Colorado, el principal sostén de la dictadura de Stroessner, nunca tuvo un apoyo social para hacer frente a la arremetida de la derecha y la ultraderecha, que siempre estuvieron conspirando con su destitución. Pero la derecha paraguaya, con su principal muñidor, el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) del golpista Federico Franco –y mejor dicho, la ultraderecha– ha tenido y sigue teniendo unos aliados permanentes: Estados Unidos y las grandes empresas de la agroalimentación. Cargill y Monsanto han tenido un papel determinante. Como dice el economista paraguayo Méndez Grimaldi:

“El 85% de las tierras, unos 30 millones de hectáreas, está en manos del 2% de los propietarios”.

El 21 de octubre de 2011, el Ministerio de Agricultura y Ganadería, dirigido por el liberal Enzo Cardozo, liberó ilegalmente la semilla de algodón transgénico Bollgard BT de la compañía norteamericana de biotecnología Monsanto, para su siembra comercial en Paraguay, provocando protestas campesinas y de organizaciones ecologistas. El gen de este algodón está mezclado con el gen del Bacillus Thurigensis, una bacteria tóxica que mata a algunas plagas del algodón, como las larvas del picudo, un coleóptero que oviposita en el capullo del textil. El Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas, SENAVE, otra institución del Estado paraguayo, dirigido por Miguel Lovera, no inscribió dicha semilla transgénica en los registros de cultivos, por carecer de los dictámenes del Ministerio de Salud y de la Secretaría del Ambiente, tal como exige la legislación.
Según un informe de Idilio Méndez Grimaldi, “Monsanto, a través de la Unión de Gremios de Producción, UGP, estrechamente ligada al Grupo Zuccolillo, que publica el diario ABC Color, arremetió contra SENAVE y su presidente por no inscribir la semilla transgénica de Monsanto para su uso comercial en todo el país”.

El objetivo es criminalizar a los campesinos y expulsarlos de sus tierras latifundistas. Los empresarios exportadores han mecido el golpe contra Lugo y como en todos los manuales golpistas no falta el papel de los medios. ABC Color –pero no sólo este medio– preparó el terreno para el golpe.

Lugo, mientras estuvo en el Gobierno, no sacó adelante ninguno de sus proyectos sociales. No contó con el aparato del Estado, infecto de pro-colorados. Enfrente tuvo y ha tenido a una derecha caciquil, anticomunista y aliada a terratenientes y oligarcas que durante 50 años ha estado gobernando con mano de hierro y menosprecio de las mayorías depauperadas. A esto, Lugo no se enfrentó.

Pero tampoco en Paraguay ha habido una tradición de movimientos sociales porque la propia izquierda fue casi exterminada por las mismas fuerzas ultraderechistas que han estado –y siguen controlando, como se ha visto– el país de Roa Bastos. El golpe, ¿puede facilitar un crecimiento de la izquierda? Está por ver y, por supuesto, está por ver si Lugo hace caso a esa izquierda social y se organiza. Un cambio social sin sustento social está abocado al fracaso. No sólo sirven los cálculos parlamentarios que en algunos casos pueden ser un lastre. Es preciso alentar y construir un movimiento social que sustente un Gobierno de izquierda a favor de las capas sociales más desfavorecidas.

La perspectiva es consolidar ese frente de izquierda que días antes de su destitución convocó Lugo. Un frente donde se juntan izquierdistas de toda la vida, socialdemócratas y organizaciones sindicales y campesinas. La Liga Nacional de Carperos, el movimiento de los sin tierra, es uno de los actores principales en este escenario. Ha llamado a “permanecer movilizados” ante lo que consideran un “golpe parlamentario”. Pero también la Unión de Gremios de la Producción.

Por su parte, las organizaciones de terratenientes y propietarios de tierras apoyan a Franco y también están dispuestos a movilizarse, como lo hicieron contra Lugo.
Lugo ha hecho un llamamiento a una “movilización pacífica”. Ya veremos si esto es suficiente y si no hay detrás una perspectiva meramente electoral. El otro frente es el internacional y, sobre todo, el de América latina. El rechazo ha sido total. Paraguay, hoy por hoy, está aislado.

Económicamente depende mucho del petróleo que Venezuela ya ha dicho que no enviará y de Brasil, que no ve con buenos ojos una inestabilidad cerca de sus fronteras.

Las perspectivas no son nada halagüeñas. Estados Unidos –que ha sido el primer país que ha reconocido a Franco– sigue medrando a favor de sus intereses. Brasil, el cuarto mayor exportador mundial de soja, debido a la gigantesca represa de Itaipú y un abultado flujo comercial, también está pendiente de la evolución de los acontecimientos. Además, unos cien mil brasileños viven y trabajan en Paraguay, donde poseen haciendas y grandes comercios. Mercosur tiene mucho que decir el próximo 28 y 29 de junio y la derecha paraguaya está envalentonada. En la calle no hay movilizaciones a favor de Lugo y lo que representa. Y eso es un lastre. Hoy por hoy, Paraguay está a expensas de las fuerzas derechistas y de los intereses oligárquicos.

Pepe Mejía (Periodista)
Público

viernes, 22 de junio de 2012

LA BANCA ALEMANA, BENEFICIARIA DEL RESCATE ESPAÑOL


HASTA 62.000 MM € ENTRARÁN EN NUESTRO PAÍS PARA RESCATAR A LA BANCA.

Una de las causas de la crisis actual en España es la explosión de la burbuja inmobiliaria. El maridaje entre el capital financiero (banca, cajas de ahorro, compañías de seguros y otras instituciones financieras) y el sector inmobiliario creó tal burbuja. En los últimos diez años se construyeron más viviendas en nuestro país que en el conjunto de Francia, Gran Bretaña y Alemania. Y a pesar de esta enorme construcción que supuso casi el 9% del PIB español, los precios se dispararon el 150%, subiendo mucho más rápidamente que los salarios, y ello como resultado de una abusiva especulación. No hay duda de que la banca, las cajas, el Banco de España y las autoridades públicas, tanto españolas, como europeas, eran conscientes de ello. Bastaba con ver un gráfico en el que se comparara la evolución de los precios de la vivienda y de los salarios (la gran mayoría de compradores de vivienda derivan su dinero de las rentas del trabajo), para ver que los primeros crecían mucho más rápidamente que los segundos. La distancia entre los dos precios se intentaba llenar con crédito. Y de ahí el enorme endeudamiento de las familias.
Todo esto era predecible. Y podría haberse visto venir y podría haberse evitado. Pero ni el Banco de España (a pesar del aviso de los técnicos de tal institución), ni el Estado español tomaron ninguna medida. Llevaba razón la Canciller alemana, Angela Merkel, cuando indicaba recientemente que las autoridades españolas habían actuado de una manera irresponsable en los diez últimos años al no haber prevenido la burbuja inmobiliaria basada en mera especulación, y su explosión.
Ahora bien, a Merkel se le olvidó un detalle clave, olvido que le permitió no incluir al gobierno y a la banca alemana en esta crítica de lo que pasó en España. Y el olvido es que la banca alemana jugó un papel determinante en esta explosión inmobiliaria. Gran parte del dinero que alimentaba la explosión inmobiliaria procedía de la banca alemana. En realidad, la explosión de la burbuja inmobiliaria ocurrió cuando la banca alemana interrumpió el crédito a la banca y cajas de ahorro españolas, consecuencia de que la banca alemana atemorizada por su contaminación con productos financieros tóxicos procedentes de la banca estadounidense, paralizó todo flujo de crédito. Y ahí fue cuando el crédito financiero se interrumpió y la burbuja inmobiliaria española explotó creando el enorme parón de la actividad económica y la caída en picado de los ingresos al Estado (tanto central, como autonómico) que creó el déficit público del Estado. Este déficit no lo creó el crecimiento del gasto público, sino el descenso de los ingresos al Estado. En realidad, cuando se inició la crisis, en el año 2007, el Estado español tenía superávit. El déficit público en España no es la causa de la crisis, como Rajoy está diciendo, sino que es al revés, el déficit público es la consecuencia del escaso crecimiento económico y escasos ingresos al Estado.
Todas las medidas de austeridad, recortes incluidos (que representan el ataque más frontal al escasamente financiado Estado del Bienestar en España), están encaminadas a pagar la deuda a los bancos alemanes y de otros países (Francia, Gran Bretaña y Bélgica), los cuales habían conseguido pingües beneficios durante la burbuja inmobiliaria, pingües beneficios que continúan. En realidad, la crisis bancaria de los países periféricos (España, Grecia, Portugal e Irlanda) le está yendo muy bien a la banca alemana, pues hay un flujo de capital (es decir, dinero) de estos países, que huyen de la crisis, hacia el centro, y muy en particular, Alemania. Y los datos hablan por sí solos. Según Josef Ackermann, presidente del Deutsche Bank, los beneficios de tal banco alcanzaron la friolera cantidad de 8.000 millones de euros en el año 2011 (con 8 millones de euros en bonificaciones a tal señor). En realidad, mientras el desempleo alcanzaba cifras más que alarmantes en España (y otros países periféricos), el 50% de la juventud está desempleada, y la sanidad y la educación sufre recortes brutales (y no hay otra manera de decirlo), los beneficios del Deutsche Bank subieron un 67% en tres años (2009-2011), tal como señala Conn Hallinan en la revista CounterPunch (15.06.12) (“Greed and the Pain in Spain”).
Todos los datos muestran claramente que la banca alemana se benefició enormemente de la burbuja inmobiliaria española (y también irlandesa), así como de la crisis financiera de los países periféricos. Los enormes sacrificios de las clases populares se imponen a España y a los otros países periféricos para que se pueda pagar a la banca alemana (entre otros países). Y el famoso rescate financiero de 100.000 millones de euros tiene como objetivo salvar a la banca española, no para garantizar el crédito, que ni está ni se le espera, sino para que pueda pagar sus deudas, también a la banca alemana. Y el instrumento que la banca alemana utiliza para imponer sus políticas es el Banco Central Europeo, que como he indicado en varias ocasiones (ver sección Política Económica en mi blog www.vnavarro.org), no es un Banco Central, sino un lobby de la banca alemana y del Banco Central Alemán, el Bundesbank.
El rescate financiero es la última de muchas otras intervenciones que los economistas de la Comisión Europea, al servicio del sistema financiero europeo, liderado por la banca alemana, están imponiendo a España. Como bien ha dicho el Ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaube (contraviniendo a Rajoy), el rescate financiero implicará una supervisión directa por parte del Banco Central Europeo, de la Comisión Europea y del Fondo Monetario Internacional, de las reformas financieras, así como de las políticas fiscales y macroeconómicas españolas, convirtiendo así a España en una colonia alemana. Y todo ello con la colaboración del gobierno conservador “súper patriota” español.
¿Y por qué tal gobierno colabora con estas políticas que significan una pérdida clara de soberanía? Y la respuesta es clara. Porque utiliza este mandato exterior (argumentando que no hay alternativas) para conseguir lo que siempre ha deseado la derecha en España, es decir, debilitar el mundo del trabajo y privatizar el Estado del Bienestar. Tal gobierno coincide con el objetivo del rescate que queda muy bien definido por las declaraciones del presidente del Banco Central Alemán, Jens Weidmann, quien en dichas declaraciones en El País no puede ser más claro cuando indicó que las reformas deberían acentuar más las reformas laborales (que quiere decir bajar los salarios) y la privatización de servicios (que quiere decir el desmantelamiento del Estado del Bienestar). Así de claro.

Por Vicenç Navarro

martes, 19 de junio de 2012

¿QUÉ MÁS ESCANDALOS SOBRE ESTE GOBIERNO NOS QUEDAN POR DESCUBRIR'





Érase una vez un comerciante de armas cuya empresa fabricaba bombas de racimo que vendía, entre otros, al gobierno de su país. Y resultó que su país firmó un convenio internacional contra esas bombas, que dejó de comprar. Entonces el comerciante denunció al gobierno por dejar de comprar esas armas (supongo que habría un contrato con la empresa fabricante que le comprometía a unas compras con sus correspondientes pagos).

Y resultó que hubo un cambio de gobierno, y el nuevo presidente tuvo la ocurrencia de nombrar como ministro de Defensa a dicho comerciante de armas: ¿alguien lo puede mejorar? Ahora el comerciante, transmutado en ministro, pagará a su antigua empresa la indemnización correspondiente, un pellizquito de 40 millones de euros.

PREGUNTA: ¿de qué país y de qué época son estos hechos? ¿del quinto mundo? ¿de un pasado oscuro?

LA RESPUESTA A CONTINUACIÓN: El Ministro de Defensa de España pagará 40 millones a su antigua empresa por prohibir las bombas de racimo.

Pedro Morenés, ministro de Defensa, fue consejero de la empresa de fabricación de armamento Instalaza entre 2005 y 2007. Después ocupó el puesto de representante hasta el 4 de octubre de 2011, según recoge el Boletín Oficial del Registro Mercantil. Instalaza fabricaba bombas de racimo.

El 31 de octubre de 2011, el diario Cinco Días reveló que Instalaza había decidido recurrir a los tribunales para pedir que el Gobierno le indemnizara con 40 millones de euros en concepto de desagravio por la prohibición del uso, almacenamiento y fabricación de las bombas de racimo en España como consecuencia de la firma del Tratado de Dublín. Sin embargo, esta empresa ya había anunciado en mayo de 2011, cuando Morenés era su representante, que pediría una compensación económica al Ejecutivo en concepto de "daño emergente y lucro cesante".

Hoy sabemos que Instalaza venderá la deuda a una tercera empresa que a su vez la revenderá y finalmente el Ministro pagará diciendo que no es su empresa la que cobra. El dinero saldrá de los impuestos de todos, naturalmente. Nuestro dinero pagando bombas que mutilan a niños. Porque las submuniciones esparcidas por las bombas fabricadas por Morenés tienen un rango de fallo de entre el 5% y 30%, por lo que pueden quedar bombas enterradas sin explotar siendo peligrosas tiempo después de terminada la guerra. Especialmente para los niños por sus formas llamativas, como pelotitas de tenis o latas de refrescos. Porque es así como las camufla la empresa del Ministro.

¿De verdad no había en todo el país otra persona que pudiera ser Ministro de Defensa?

viernes, 15 de junio de 2012

Julio Anguita, un discurso de 1999 de plena ACTUALIDAD



Si  no se tienen prejuicios a la hora de leer a un político que sabe lo que dice y que además no ha renegado de su ideología, porque la tiene, de verdad que se disfruta escuchándole.  Tampoco es un imputado, ni un ladrón, ni un mentiroso, ni un demagogo ni una mierda al uso... Es un Ser Humano culto. Hace siglos que renunció a su pensión de Diputado por las Cortes Generales porque  tiene la suya de ¡MAESTRO! Es un placer ver como se explica. Si no lo habéis visto  no os lo perdais.  Es un compendio de "la que se avecinaba", cargado de argumentos.
Y cuando te das cuenta que es de 1999, alucinas. 
Casi media horita de información de rabiosa actualidad. Pura y dura cultura política. ¡Esto no es la Noria!

miércoles, 13 de junio de 2012

EXMINEROS INGLESES se unen para ayudar a los HUELGUISTAS ESPAÑOLES

Un grupo de ex mineros ingleses, junto a sindicalistas y simpatizantes, han constituido un comité de apoyo a la huelga que mantienen los mineros españoles, desde el que se comprometen a hacer campaña para extender la solidadidad.
"Los solidarios del Reino Unido con los mineros del carbón españoles saben muy bien las consecuencias del desmantelamiento de la industria del carbón", afirman en una carta que ya ha sido enviada a los sindicatos implicados en las huelgas de Asturias, Aragón y León...

MANIFIESTO DEL COMITÉ SOLIDARIO CON LOS MINEROS ESPAÑOLES...
Former miners and trade union supporters in the UK last night launched the Spanish Miners’ Solidarity Committee in Sheffield, Yorkshire
The Committee pledged itself to campaign nationally in the UK labour and trade union movement and in the mining community for solidarity with the striking miners and their families in the Spanish Asturias, Aragon and Léon coalfields.
UK supporters of the Spanish coal miners know only too well the consequences – economic, social and political – of butchering the coal industry.
Today there are just a handful of deep mines in the UK. This is all that remains of an industry that even 30 years ago employed more 200,000 men.
In its place, there is only mass unemployment, poverty and social deprivation and decay. That future faces the Spanish miners if they are defeated The Committee has also committed itself to raise funds for the families of the striking miners, an effort that has already begun, and maximise assistance to their just struggle.
A letter of solidarity, signed by former miners and miners’ leaders from the main UK coalfields and other trade unionists, has been prepared and will be sent to the Spanish miners’ organisations during this week.
The Committee’s efforts have already won the support of the internationally renowned film-maker Ken Loach who asked us to send this message to those struggling in defence of pits, jobs and communities in Spain..
His message?: ‘"Not for the first time, it is miners who fight on behalf of all working people. This crisis causes such misery through mass unemployment and attacks on working conditions and the social wage.
The responsibility lies with the ruling class and those who defend an intolerable, unjust system. Good wishes and solidarity".
Two representatives of the committee, which was launched by the Miners Info network, will travel to Spain for discussions with Spanish miners and their families later this week.

martes, 12 de junio de 2012

OTRO RESCATE BANCARIO...

Vaya, otro rescate bancario, esta vez en España. ¿Quién lo habría imaginado?.

La respuesta, por supuesto, es que todo el mundo. De hecho, toda esta historia empieza a parecerse a un manido número de comedia: una vez más la economía se hunde, el paro se dispara, los bancos tienen problemas, los Gobiernos se apresuran a acudir al rescate; pero, por alguna razón, se rescata solo a los bancos, no a los parados.
Para dejar las cosas claras, los bancos españoles sí que necesitaban un rescate. España estaba claramente al borde de un bucle de desgracias; un proceso bien conocido en el que la preocupación por la solvencia de los bancos obliga a los bancos a vender activos, lo cual empuja a la baja el precio de dichos activos, lo cual hace que la gente se preocupe aún más por la solvencia. Los Gobiernos pueden poner fin a esos círculos viciosos con una inyección de capital; en este caso, sin embargo, la propia solvencia del Gobierno de España estaba en duda, de modo que el capital tenía que venir de un fondo europeo más grande.
Así que no hay nada necesariamente malo en este último rescate (aunque muchas cosas dependen de los detalles). Lo que llama la atención, sin embargo, es que al mismo tiempo que los dirigentes europeos acordaban este rescate, estaban enviando señales claras de que no tienen intención de cambiar las políticas que han dejado sin trabajo a casi una cuarta parte de los trabajadores españoles (y a más de la mitad de los jóvenes).
Y lo más curioso: la semana pasada, el Banco Central Europeo se negaba a bajar los tipos de interés. Todo el mundo se esperaba esta decisión, pero eso no debería impedirnos ver el hecho de que es algo tremendamente extraño. El paro se ha disparado en la eurozona y todo indica que el continente se encamina hacia una nueva recesión. Mientras tanto, la inflación se ralentiza y las expectativas del mercado en cuanto a la inflación futura se han hundido. De acuerdo con cualquiera de las normas habituales de la política monetaria, la situación exige una rebaja drástica de los tipos de interés. Pero el banco central se niega.
Y eso ni siquiera tiene en cuenta el riesgo cada vez mayor de un colapso del euro. Durante años, a España y a otros países europeos con problemas se les ha dicho que solo pueden recuperarse mediante una combinación de austeridad fiscal y “devaluación interna”, lo que esencialmente significa rebajar los salarios. Ahora está absolutamente claro que esta estrategia no puede funcionar a menos que haya un crecimiento sólido y, sí, un grado moderado de inflación en el “núcleo” europeo, principalmente en Alemania (lo que da otra razón más para mantener bajos los tipos de interés e imprimir montones de billetes). Pero el banco central se niega.
Mientras tanto, los funcionarios de alto rango afirman que la austeridad y la devaluación interna realmente funcionarían simplemente con que la gente creyese de verdad en su necesidad.
Fíjense, por ejemplo, en lo que Jörg Asmussen, el representante alemán en la junta directiva del Banco Central Europeo, acaba de decir en Letonia, que se ha convertido en el ejemplo perfecto de la austeridad supuestamente exitosa. (Antes lo era Irlanda, pero la economía irlandesa sigue negándose a recuperarse). “La diferencia esencial entre, por ejemplo, Letonia y Grecia”, decía Asmussen, "radica en el grado de apropiación nacional del programa de ajuste, no solo por parte de los responsables políticos, sino también de la propia población”.
Podríamos llamarlo el planteamiento de Darth Vader de la política económica; a todos los efectos, Asmussen está diciéndoles a los griegos: “Vuestra falta de fe me parece preocupante”.
Ah, y ese éxito letón consiste en un año de crecimiento bastante bueno después de un declive económico con categoría de depresión a lo largo de los tres años anteriores. Es verdad que un crecimiento del 5,5% es mucho mejor que nada. Pero merece la pena señalar que la economía de Estados Unidos creció casi el doble (¡el 10,9%!) en 1934, cuando salía de la peor fase de la Gran Depresión. Pero la depresión distaba mucho de haber terminado.
Junten todo esto y tendrán una imagen de una élite política europea siempre dispuesta a entrar en acción para defender a los bancos pero, por lo demás, absolutamente reacia a admitir que sus políticas están fallando a las personas a las que se supone debe servir la economía.
Y nosotros, ¿estamos mucho mejor? La perspectiva a corto plazo de Estados Unidos no es tan sombría como la de Europa, pero los pronósticos de la propia Reserva Federal apuntan a una inflación baja y un paro muy alto en los próximos años (precisamente las circunstancias en las que la Reserva debería estar entrando en acción para estimular la economía). Pero la Reserva Federal se niega.
¿Qué explica esta parálisis transatlántica frente a un continuo desastre humano y económico? Sin duda la política forma parte de la explicación; digan lo que digan, las autoridades de la Reserva Federal se sienten claramente intimidadas por las advertencias de que toda política expansiva será vista como si la Reserva acudiese al rescate del presidente Obama. De modo que también se trata de una mentalidad que ve el sufrimiento económico como una redención, mentalidad que un periodista británico apodó en cierta ocasión “sadomonetarismo”.
Independientemente de cuáles sean las raíces profundas de esta parálisis, está quedando cada vez más claro que hará falta una catástrofe sin paliativos para que haya alguna acción política real que vaya más allá de los rescates bancarios. Pero no desesperen: al paso al que van las cosas, especialmente en Europa, la catástrofe sin paliativos podría estar a la vuelta de la esquina.

Paul Krugman es profesor de Economía de Princeton y Premio Nobel 2008.